viernes, 11 de abril de 2008

INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA OBEDIENCIA: Educación cívica chilena

Llevo tan solo dos meses estudiando en Argentina. Creo tener el criterio suficiente como para percibir y contemplar la ingente diferencia político-social existente entre Argentinos y Chilenos. Por ello, es que me armo de valor y escribo lo siguiente:

A todos aquellos miembros del "NO" orgullosos de derrocar una dictadura y de devolver la libertad a nuestro país y a sus hijos.
Como estudiante de la facultad de Ciencia Sociales y de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, es que he visto las dos caras en cuanto a pensamientos y enfoques políticos y sociales de la juventud Argentina.
En ambos casos existe un factor común; el gran conocimientos de SUS derechos y deberes políticos (no confundir con conciencia social) que la democracia liberal actual -con todos sus defectos- otorga y garantiza.A pesar de mi corta edad ha sido terrible comprender el gran legado -y triunfo- que dejó la dictadura en mi país, institucionalizando una educación pobre en la formación de caracter, capacidad de análisis, comprensión y sentido crítico, con una enseñanza cívica, política y social nula.

Acá sucede lo contrario. El conocimiento de Derechos y Deberes Políticos, así como el entendimiento de los deberes cívicos impresiona -hablo siempre en comparación a Chile, la Juventud Argentina dista de ser perfecta-. Esto trae como concecuencia una juventud más crítica, con conciencia social, espíritu de lucha y activa participación política -no confundir con la política partidista-. El debate y el intercambio de ideas es pan de cada día.

En Chile y como resultado de un excelente proceso de reestructuración educacional entre los años 1973 y 1990, se institucionalizó un sistema educacional elitista sin otro fin más que el lucro y la perpetuación de la brecha social; ¿El resultado? Una población completamente en desconocimiento de SUS derechos y deberes civiles y políticos. La educación Chilena logró estigmatizar palabras como "lucha de clases", "sistema actual", "participación política" y "protesta", y tildó de extremistas a todos aquellos que ejercian su derecho a estar descontentos (Organizaciones políticas Y organizaciones gremiales). Aumentó la intoleracia propia de la segmentación social en base a la propiedad. Si muchos están contentos por el logro que significo volver a la democracia, no han visto el verdadero escenario.

No pertencesco a ningún partido político ni soy partidario de la violencia. Por favor no confundan participación política con "política partidista".

Por esto es que exhorto a la reflexión y al análisis sin otra intención más que la de concientizar, a no tener miedo de expresar nuestro descontento, a no dejarse ganar por el conformismo, a sentirnos con el derecho de decir "NO ESTOY DE ACUERDO" y a ejercer nuestro derecho de participación política en su máxima expresión. Contrario a las políticas represivas del gobierno tenemos el derecho a expresarnos, la ley -aunque cada vez en menor grado- nos ampara.

Es tarea nuestra educar y concientizar a quienes no tienen acceso a una educación digna.

Si este escrito te resulta extremista, comunista, marxista y anarquista, NO TE PREOCUPES, NO ES TÚ CULPA.

Carlos javier